Existe todavía un debate entre los científicos sobre las rutas que siguieron los primeros humanos modernos que abandonaron el continente africano. La mayoría de los especialistas piensan que la llegada a Europa se produjo por una ruta terrestre a través del corredor levantino. Sin embargo, la idea de una posible entrada a través de los estrechos de Gibraltar y Sicilia sigue apareciendo recurrentemente como alternativa. Otra posible ruta de salida a Eurasia sería a través del Mar Rojo, cruzando el estrecho de Bab-al-Mandab.
Para contribuir a este debate trabajamos junto a Ericson Hölzchen de la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt, y otros científicos del “Trier Lab for Social Simulation (TRILABS)”, el Centro Alemán de Investigación de Inteligencia Artificial, el Instituto de Geografía – Universidad de Colonia (Alemania) y el Instituto Tecnológico de Bandung Bandung de Indonesia, en una simulación por ordenador de la migración a través de esas rutas. Utilizamos el modelo computacional "HomininWaterCrossingABM" que simula la dispersión de los humanos a través del mar, para analizar la probabilidad de cruzar cada uno de los tres estrechos usando diferentes estrategias. En el modelo se incluyen reconstrucciones de la paleogeografía, el nivel del mar, las corrientes marinas y la temperatura del agua. La simulación incluye también las limitaciones fisiológicas de los humanos al cruzar el mar.
Realizamos nuestras simulaciones en dos escenarios climáticos distintos, uno que representa un periodo más cálido que el actual y el otro un periodo glaciar. Estos dos extremos nos permiten evaluar el efecto del clima en las posibilidades de éxito al seguir cada una de esas rutas. La simulación también muestra que en el Mediterráneo los mayores factores de riesgo son la deshidratación y, sobre todo, la hipotermia. Sin embargo, en el Mar Rojo, donde el agua era más cálida, estos factores tendrían una influencia menor y el principal riesgo sería el agotamiento.
Nuestros resultados demuestran que es altamente improbable que los humanos pudieran cruzar los estrechos del Mediterráneo ni dejándose arrastrar a la deriva ni nadando activamente . Solo utilizando balsas hubiera sido posible para los humanos modernos cruzar los estrechos de Gibraltar y Sicilia, pero no hay ninguna evidencia de que esa tecnología estuviera a su alcance. Por el contrario, nuestras simulaciones sugieren que los humanos pudieron cruzar el estrecho de Bab-al Mandab a nado o, incluso, dejándose arrastrar por la corriente.
Referencia:
Hölzchen, E., et al., 2022. Estimating crossing success of human agents across sea straits out of Africa in the Late Pleistocene. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 590, 110845. DOI: https://doi.org/10.1016/j.palaeo.2022.110845