Las otras huellas de Laetoli


By Carlos Lorenzo / IPHES-CERCA

En 1978 se descubrieron las famosas huellas de homininos bípedos en el yacimiento G de Laetoli, (Tanzania). Para la Paleontología, aunque las huellas no son propiamente restos de seres vivos del pasado, las señales que dejan de su actividad sí son consideradas como fósiles y reciben el nombre de icnitas, un tipo de fósil que también aporta mucha información paleobiológica. En este caso, las huellas del yacimiento G de Laetoli permitieron identificar que 2 o 3 individuos habían caminado hace 3,6 millones de años (Ma) sobre un lecho de cenizas, de una forma muy similar a como nos desplazamos los humanos actuales. Aunque sea imposible saber qué especie fue la que dejó sus huellas, tradicionalmente se atribuyeron a Australopitecus afarensis, ya que se encontró una mandíbula de esta especie en las cercanías, que también coincidía cronológicamente con las huellas.

Pero en 1976, dos años antes y en otra área, ya se había encontrado este mismo estrato de sedimentos volcánicos que preservaba más de 18.000 huellas de diferentes animales: el yacimiento A. Entre estas, había unas enigmáticas que parecían haber sido realizadas por un ser bípedo, pero que resultaban extrañas, ya que las diferentes huellas del rastro aparecían cruzadas, y las del pie izquierdo aparecían más a la derecha que las del pie derecho. Hubo debate sobre si pudieron ser dejadas por un hominino, un oso u otro animal, pero el hallazgo de las huellas del yacimiento G, señales inequívocas de una locomoción bípeda, relegaron a estas otras huellas al olvido.

Ahora, un equipo liderado por Jeremy DeSilva ha vuelto a excavar las huellas del yacimiento A y las ha vuelto a estudiar empleando las técnicas más avanzadas disponibles hoy en día (documentación fotogramétrica, topografía tridimensional, GIS, etc.). Además, han realizado una completa experimentación con animales y humanos para compararlas con las huellas previas de Laetoli. Y la conclusión del estudio publicado recientemente en Nature es que las del yacimiento A también fueron dejadas por un hominino que se desplazaba de forma bípeda, pero cuya locomoción era suficientemente distinta de las huellas del yacimiento G como para proponer que fueran realizadas por otro tipo de hominino. De hecho, hoy en día se reconoce una mayor diversidad de especies en aquella época, y habría diferentes homininos candidatos a ser los autores de las huellas de Laetoli: ¿A. afarensis? ¿Kenyantropus? ¿A. deyirimeda? ¿otro?

Referencia:

McNutt, E. J., et al., 2021. Footprint evidence of early hominin locomotor diversity at Laetoli, Tanzania. Nature. DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-021-04187-7