Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 23 de julio de 2019. El pasado 17 de junio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, y finalizan hoy. Durante este periodo, un total de 283 personas de 22 nacionalidades distintas han trabajado en los diferentes yacimientos.
Los excavadores de esta campaña han sido de 22 nacionalidades diferentes y pertenecen a distintos centros de investigación del Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES - Tarragona), Centro de Evolución y Comportamiento Humanos (Universidad Complutense de Madrid - ISCIII) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). También hay investigadores de otras universidades y centros de investigación nacionales e internacionales. Cabe destacar la participación de varios estudiantes de la University College of London y del Museo Nacional de Georgia, gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca.
La Fundación Atapuerca, como complemento a la financiación que la Junta de Castilla y León destina a las excavaciones, ha realizado una función de coordinación en el funcionamiento de la campaña con respaldo organizativo, administrativo, económico, logístico, de mantenimiento, de comunicación y de organización de eventos.
A continuación, se detallan los hallazgos más destacados de la campaña.
Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril
Sima del Elefante
En la Sima del Elefante, desde el año 2012 se ha ido excavando en dos áreas diferentes y sin poder encontrar continuidad sedimentaria entre ellas.. Sin embargo, en la presente campaña han conseguido unir estas dos áreas en la superficie del nivel 7, siendo este el único nivel que han excavado hasta el momento en toda la superficie del yacimiento. Este hecho, ha permitido entender mejor la formación del yacimiento.
Por otro lado, la excavación del nivel 7, con una cronología alrededor de 1,4 millones de años, ha proporcionado restos faunísticos de diferentes taxones como oso, mustélido, ciervo, castor, tortuga, pigargo o suido. De este último taxón han recuperado restos de un individuo inmaduro, así como de un individuo adulto. Los restos de este último individuo, concretamente las extremidades posteriores, han sido recuperados en conexión anatómica. Por otro lado, algunos de los taxones anteriormente mencionados permiten reconstruir el medio existente en esos momentos en la sierra de Atapuerca. Así la presencia de restos de tortuga terrestre, castor y pigargo reafirman la información paleoecológica ya conocida para otro niveles de Sima del Elefante y que apunta, que el clima en la sierra de Atapuerca hace más de un millón de años era templado y húmedo. En el nivel 7 también el equipo ha realizado un muestreo para análisis polínico, cuyos resultados esperan que corroboren esta conclusión.
Galería
El yacimiento de Galería ha alcanzado la base de la Unidad GIIIa, correspondiente al nivel TG10A, con alrededor de 280.000 – 300.000 años de antigüedad. Los restos faunísticos pertenecen principalmente a costillas, vértebras y mandíbulas de caballos y ciervos. Estos animales cayeron por la trampa natural y fueron procesados por los humanos, como testimonian las marcas de corte y fracturas intencionales. La industria Achelense localizada en el yacimiento se caracteriza por la presencia de bifaces y pequeñas lascas retocadas (puntas y raederas) y están elaboradas mayoritariamente en cuarcita y sílex neógeno. También son abundantes los cantos de río aportados por los humanos como percutores o machacadores de huesos. Con todas estas herramientas los humanos preparaban a los esqueletos caídos para ser transportados a sus lugares referenciales.
Gran Dolina
Niveles superiores
Durante el mes de junio, en los niveles superiores de Gran Dolina se terminaron de excavar los últimos restos de la capa TD10.4, datada en algo más de 400.000 años de antigüedad.
Con la finalización de TD10 se cierra definitivamente una fase en la que, después de unas intervenciones llevadas a cabo durante la segunda mitad de los años 80, se ha estado trabajando continuadamente desde 1996. Desde entonces, se han registrado más de 97.000 restos faunísticos y 37.000 instrumentos de piedra. Estos materiales son el producto de una sucesión de fases de ocupación muy ricas, con características muy diversas: desde verdaderos campamentos base y ocupaciones especializadas, como el excepcional cazadero de bisontes de TD10.2, pasando por fases donde las ocupaciones humanas son de un carácter más esporádico.
A continuación, se ha excavado el nivel TD9, una fina capa en la que los únicos restos arqueológicos recuperados han sido algunos instrumentos líticos, debido a que las características del sedimento no han hecho posible la conservación de los restos faunísticos.
Estos trabajos han permitido dejar al descubierto el techo de la unidad TD8, el cual presenta un suelo cubierto prácticamente en su totalidad por formaciones estalagmíticas, características de un ambiente de cueva cerrada. Esta unidad empezará a excavarse en la próxima campaña, lo cual permitirá adentrarnos en un tramo de la sucesión estratigráfica en el que todavía no hemos documentado presencia humana (unidades TD8 y TD7), aunque sí un abundante registro paleontológico.
El equipo de investigación es consciente de que está muy cerca de la famosa unidad TD6, una de las joyas de Atapuerca y de la arqueología y la paleoantropología mundiales, donde aparecieron los restos de Homo antecessor de hace unos 850.000 años, asociados a una ocupación humana muy intensa de la cavidad. Antes de llegar a ella, sin embargo, está todavía el reto de poder confirmar, a través de la excavación en extensión del yacimiento, si existieron otras ocupaciones humanas entre TD9 y TD6, correspondientes a una cronología entre 850.000 y 500.000 años, lapso de tiempo en que la presencia humana en Europa está muy poco documentada.
Niveles inferiores de Gran Dolina. Reconstruyendo el “Mundo antecessor”
Durante esta campaña, la excavación del nivel TD4 de la Gran Dolina, datado en cerca de un millón de años, nos ha permitido profundizar en el “Mundo antecessor” habitado, entre otros animales, por el Ursus dolinensis. Ha aumentado el número de fósiles del que se considera el mejor candidato a representar el ancestro del emblemático oso de las cavernas. La muestra de Ursus dolinensis hallada en la Gran Dolina es la más numerosa del mundo y gracias a esta colección podemos conocer nuevos datos tanto sobre la morfología como sobre el comportamiento de estos animales. En concreto, durante esta campaña destaca el hallazgo de varias mandíbulas y, singularmente, el primer os penis, o hueso peneano de un Ursus dolinensis recuperado hasta la fecha. Con una longitud de más de 20 cm, el báculo del Ursus dolinensis es más largo que el de cualquier especie de oso actual y futuros estudios podrían arrojar datos interesantes sobre el comportamiento sexual de esta especie pleistocena. El hallazgo de individuos de varias edades y de ambos sexos permite además hipotetizar sobre el uso simultáneo de la cueva por machos y hembras.
Destacamos además un aumento de restos fósiles ungulados, entre ellos numerosos restos de astas de las cinco especies de cérvidos que se han recuperado en este yacimiento. Estos hallazgos son fundamentales para la reconstrucción del paisaje en el que se desenvolvieron las primeras poblaciones humanas que habitaron Europa y cuya presencia en el nivel de TD4 se ha documentado por el hallazgo de herramientas en campañas anteriores.
Cueva del Mirador
En la cueva del Mirador se han excavado niveles del Neolítico. En el sector 200 se han documentado diversos episodios de combustión, de una antigüedad de unos 5700 años, relacionados con la quema del estiércol de los rebaños que se guardaban en la cueva, práctica destinada a reducir el volumen de los residuos y a eliminar parásitos. Junto a los restos de ovejas y cabras, mayoritarios en todos los niveles, han aparecido bovinos y caballos salvajes.
En el sector 100, los niveles del neolítico antiguo, de unos 6.700 años de antigüedad, han aportado numerosos restos de cultura material, entre ellos diversos objetos elaborados en hueso, como punzones y agujas, y un brazalete de mármol. Destaca por su rareza el brazalete, ya que los lugares conocidos de fabricación de estos ornamentos de mármol se sitúan en Andalucía, y los hallazgos fuera de esta región y del Levante peninsular son extremadamente escasos. Probablemente fue un elemento de prestigio que llegó a Burgos a través de redes de intercambio.
Cueva Fantasma
Cueva Fantasma ha inaugurado la campaña 2019 con la continuación del sondeo empezado en la campaña anterior (2018), localizado en el sector de la antigua entrada de esta cavidad, y la excavación en extensión de la zona interna, o Sala Fantasma, formada por un espacio de unos 300m2.
Sondeo sector entrada Cueva Fantasma (CF)
Uno de los objetivos planteados en este yacimiento es el de disponer de una secuencia diacrónica del registro arqueológico, para lo cual en 2018 se inició un sondeo estratigráfico en el sector de entrada. La excavación de 2019 ha continuado con la excavación del nivel 28d alcanzando en toda la superficie el nivel 27, caracterizado por facies de flujos de gravillas.
Esta secuencia es pobre en restos arqueo-paleontológicos, destacando la presencia en el nivel 28d de una tibia de oso, junto a restos de herbívoros, principalmente équidos, y pequeños carnívoros. Por su parte el nivel 27 (a y b) muestra cierta concentración de elementos arqueo-paleontológicos de équidos en los cuadros Q12-13, en donde destaca la presencia de équidos. Restos de cérvidos, bóvidos y pequeños carnívoros (zorros), completan el registro faunístico.
La recuperación en los niveles 28d y 27 de dos lascas de tecnología de Musteriense evidencia la presencia de actividad humana, en una fase de la secuencia estratigráfica posiblemente relacionada con MIS 3.
Intervención del sector interno Sala Fantasma (SF)
Los trabajos en Sala Fantasma han consistido en limpiar y excavar una extensión más de 300 m2. La intervención ha puesto al descubierto una gran cantidad de restos arqueo-paleontológicos, que cubren la mayor parte de la superficie de la sala, entre los que destaca el predominio de restos de équidos, con prácticamente representación de todo el esqueleto. Junto a los caballos también hay bóvidos, cérvidos y suidos. Entre los carnívoros se han recuperado restos de hienas, osos, cánidos (lobo y zorro), tejón, león y lince.
Este registro faunístico posiblemente esté relacionado con cubiles de hienas y otros carnívoros, aún sin datar. La superficie excavada posiblemente se encontrase muy cerca del techo de la cavidad, y por lo tanto presentaba un tamaño reducido apto para la ocupación de estos animales. Sin embargo, durante la intervención en extensión en la Sala Fantasma también se ha registrado una pieza de industria lítica (un cuchillo de dorso de tipología musteriense), que evidencia el uso de este espacio por parte de los Neandertales.
Yacimientos de Cueva Mayor
En la campaña de este año se ha intervenido en tres yacimientos del interior de Cueva Mayor: El Portalón, la Galería de las Estatuas y la Sima de los Huesos.
El Portalón de Cueva Mayor
Desde hace unos años se viene excavando un nivel Neolítico caracterizado por la presencia de estructuras habitacionales y suelos activos de gran calidad sobre los que han aparecido hogueras, materiales líticos y cerámicos muy típicos de este periodo así como abundante fauna doméstica y salvaje, como es el caso del Uro y los caballos. Entre los restos de cultura material podemos destacar dos colgantes, uno realizado en piedra y otro posiblemente en concha y restos de industria lítica laminar. La cerámica es escasa y mayoritariamente lisa, aunque hay algunos fragmentos decorados mediante impresiones. Dentro de la industria ósea hay un pequeño conjunto de punzones y finalmente, dentro de uno de los hogares se han recuperado tres falanges de mano y un fragmento de fémur humano todos ellos muy quemados acompañados también de una pequeña hacha pulida de bella factura y realizada en un tipo de roca traída de lejos, quizá desde los Pirineos o los Alpes.
En cuanto al nivel correspondiente a la Edad de Bronce Final, podemos destacar la presencia de fragmentos decorados con impresiones tipo Cogotas I, típicas de ese momento. La industria lítica está representada por algunos fragmentos de sílex, cuarcitas y trozos de areniscas que formaban parte de molinos de mano. Así mismo se ha recuperado un punzón de metal (posiblemente cobre). La fauna, muy abundante, está representada por ovicápridos, cerdos y algunos restos de caballo. También en este nivel se ha recuperado una hemimandíbula humana cuyo origen está por determinar.
Galería de las Estatuas
En la Galería de la Estatuas durante la campaña de 2019 se ha excavado en dos sectores distintos que corresponden al Pleistoceno Superior, en un momento en el que la sierra de Atapuerca estaba habitada por Neandertales. En la presente campaña se han recuperado tanto restos de fauna como herramientas de piedra.
De los restos de macrofauna, los más abundantes son los de équido (familia de los caballos), los de ciervo y de bisonte. Algunos de estos restos han sido fracturados en fresco para la extracción de médula y también muestran marcas de corte. Esta campaña se ha recuperado un resto de costilla que preserva una marca de corte con restos de la herramienta que la produjo incrustada.
La cueva fue también usada por carnívoros de manera esporádica. Este año se han recuperado restos de hiena y de zorro, así como algunos restos de ungulados con marcas de mordisco de estos carnívoros, que carroñeaban los restos dejados atrás por los Neandertales. Por último, mencionar que durante esta campaña también se han recuperado varios restos de puercoespín, especie poco abundante durante el Pleistoceno Superior.
Las herramientas de piedra recuperadas están hechas tanto de sílex como de cuarcita. Se han recuperado varias herramientas así como un núcleo que nos hablan de las habilidades de esta especie a la hora de hacer herramientas de piedra.
Sima de los Huesos
Al fondo de una profunda sima de una de las galerías de la Cueva Mayor se encuentra la Sima de los Huesos (SH). Este yacimiento, con cerca de 430.000 años de antigüedad, es el lugar del mundo que ha proporcionado la mayor cantidad de fósiles del género Homo. Desde que comenzaron las excavaciones sistemáticas, en 1984, se han recuperado allí alrededor de 7.000 fósiles humanos correspondientes a todas las regiones del esqueleto y que pertenecieron al menos a 28 individuos de ambos sexos y distintas edades de muerte.
En la campaña de 2019 se han proseguido las excavaciones en la zona norte del yacimiento, cerca del lugar donde a lo largo de casi 30 años de excavación se han recuperado la mayor parte de los fósiles humanos de la Sima, incluyendo el famoso cráneo 4 (Agamenón), el cráneo 5 (Miguelón) y la pelvis 1 (Elvis). En esta zona, los fósiles humanos se hallan en condiciones de gran fragilidad y de difícil extracción al extenderse por debajo de la pared del yacimiento. Además, en la campaña de este año también se ha trabajado en la parte central de la Sima de los Huesos. Aquí, los fósiles humanos se encuentran en un nivel arcilloso y cubiertos por una espesa capa de fósiles de oso.
En este contexto, los resultados de la campaña de 2019 caben de calificarse de excelentes pues se han recuperado una decena de fósiles humanos, entre los que destaca un importante fragmento de pelvis. Este tipo de fósil es muy raro en otros yacimientos del mundo, por lo que su hallazgo puede calificarse de excepcional y su estudio ayudará a entender mejor la dinámica del parto y la paleobiología de aquellos humanos. También cabe destacar, entre los fósiles humanos, un hueso temporal que probablemente corresponda a alguno de los cráneos descubiertos en campañas anteriores. El hallazgo de estos fósiles confirma la riqueza en restos humanos de este nuevo sector del yacimiento y augura que los importantes descubrimientos de fósiles humanos en SH se prolongarán durante muchas campañas en el futuro.
La Paredeja
Durante esta campaña se han iniciado los trabajos de excavación en el yacimiento de La Paredeja, que se sondeó el año pasado. Durante el mes de junio se acondicionó este paraje y se preparó el yacimiento para comenzar los trabajos de excavación en julio.
La Paredeja es una cueva colmatada de sedimentos que una cantera dejó al descubierto. Vistos indicios de registro arqueológico en el depósito el año pasado se refrescó el corte de 9 metros para conocer su potencial arqueológico.
Durante esta campaña se ha trabajado en la parte superior del yacimiento y en la inferior. En la superior se excava el primero de los niveles arqueológicos en el que hemos recuperado un rico conjunto de herramientas de sílex y cuarcita realizadas por grupos de neandertales que habitaron el extremo sur de la sierra de Atapuerca, aprovechando los recursos líticos que este ambiente les proporcionaba. La Paredeja es un lugar estratégico desde el que se divisa el valle del río Arlanzón y que estuvo ocupado por estos grupos de cazadores y recolectores. Y en la parte inferior, se está abriendo un sondeo para conocer los posibles niveles arqueológicos que puede haber por debajo del nivel del suelo actual hasta llegar a la base de la cavidad.
Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón
Los trabajos de lavado y triado de los sedimentos de las excavaciones de la Trinchera han permitido, como en campañas anteriores, conocer mejor la microfauna de estos yacimientos.
El lavado de sedimentos en el laboratorio Atapuerca Rio, en el Rio Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros, ha permitido recuperar cientos de microfósiles cuyo estudio solo será posible cuando se analicen al microscopio. El Equipo de Investigación que trabaja en este lugar, dirigido por la catedrática Gloria Cuenca, quiere destacar y agradecer la ayuda de los monitores y personas en formación de Aspanias, que han trabajado con ellos durante cuatro días de esta campaña de 2019.
Equipo de Investigación de Atapuerca