En las últimas semanas se han presentado dos tesis doctorales relacionadas con los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Por un lado, el pasado 10 de septiembre Arturo de Lombera Hermida realizó la defensa de su trabajo titulado “Gestión de materiales silíceos macrocristalinos en el Pleistoceno de Europa occidental. Evolución de las estrategias de adaptación a los condicionantes litológicos” en la Universidad de Santiago de Compostela, codirigida por Xosé Pedro Rodríguez Álvarez y Ramón Fábregas Valcarce. El tribunal lo constituían los investigadores Álvaro Arrizabalaga, Laurance Bourguignon y Eudald Carbonell. El trabajo aborda, a través del estudio de la gestión de los cuarzos y cuarcitas, las estrategias de adaptación tecnológica de los grupos del Pleistoceno a los condicionantes litológicos que les impone el territorio. Para ello se analiza el papel de estas materias primas en dos contextos diferentes: los niveles de TD10.1 de la Gran Dolina de la sierra de Atapuerca, ricos en sílex, y los conjuntos gallegos del Paleolítico medio y superior de los yacimientos de Cova Eirós (Triacastela, Lugo) y Valverde (Monforte de Lemos, Lugo), donde la escasez de sílex hace que el cuarzo sea el material hegemónico.
Arturo de Lombera, explicando su estudio al tribunal de la tesis. Foto: Augusto Pérez Alberti
Por otro lado, el 18 de septiembre Maite Arilla, del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona, leyó su tesis doctoral llamada “Carnívoros en la etapa: Neo-tafonomía de carnívoros salvajes en los Pirineos (Cataluña, Península Ibérica) y su implementación sobre la ecología y comportamiento de los homínidos antiguos”, cuyos directores han sido Jordi Rosell, del Equipo de Investigación de Atapuerca en el IPHES, y Ruth Blasco, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). En el tribunal estuvo presente Eudald Carbonell y la investigadora del EIA en el CENIEH Nohemi Sala.
Tal y como señala Arilla, durante las últimas décadas, los carnívoros han sido el principal objeto de estudio en muchos trabajos destinados a explicar el rol de estos animales en las acumulaciones arqueológicas, así como su grado de competencia con los homínidos arcaicos. Precisamente, la tesis pretende contribuir al vacío de conocimiento existente, aportando nuevos datos procedentes del actualismo y la neo-tafonomía, con el objetivo de individualizar estos predadores y encontrar elementos diagnósticos que los diferencien, de cara a su identificación en el registro arqueológico. Así, en esta investigación se ha presentado la caracterización del comportamiento predador desde una perspectiva tafonómica, con la descripción de los patrones de consumo de osos pardos y zorros en libertad sobre carcasas de ungulados en el Pirineo catalán (Val d’Aran, Pallars Sobirà y Pallars Jussà), junto con el análisis de la terrera de una madriguera de tejón (Meles meles), situada en un entorno de cueva.
Maite Arilla, durante la lectura de su trabajo doctoral. Foto: M. Guillén