Planificación familiar


By Marta Navazo y Marta Santamaría / Universidad de Burgos

Los estudios sobre mujeres, relaciones de género o sexo no son muy frecuentes en la literatura arqueológica de nuestro día a día. No obstante, en los últimos años el interés por la maternidad en la prehistoria ha crecido exponencialmente.

Durante los años 60, la comercialización de anticonceptivos tuvo un rol importante en la liberación sexual de las mujeres, dándoles el poder de desligar el sexo de la maternidad de forma efectiva. Pero mucho antes de esto, ¿cómo lidiaban las mujeres del pasado con la anticoncepción?

Las primeras noticias se remontan a la cultura egipcia. El primer testimonio que recoge el uso de anticonceptivos data del año 1850 a. C. Se trata del Papiro de Petri, donde se menciona un método barrera, que consistía en introducir en la vagina excrementos de cocodrilo combinados con una pasta de hierbas, cuyo objetivo de esta mezcla de textura esponjosa era absorber el semen. También se constata el uso de espermicidas fabricados a partir de miel y bicarbonato de sosa natural, que podrían resultar efectivos por su acidez y viscosidad.

¿Y qué hay de los primeros preservativos? Tenemos un ejemplo muy controvertido en el arte prehistórico donde hay quien interpreta las pinturas Les Combarelles (entre 13.680 y 11.380 años antes del presente) como la primera representación de un condón. La leyenda cuenta que el Rey Minos de Creta hacía uso de uno fabricado con vejiga de cabra o de pez para evitar el contagio de “los diablos del semen”, pero el preservativo más antiguo que se ha conservado data de 1354 a. C. Fue encontrado en la tumba de Tutankamón, y se fabricó a partir de aponeurosis de ternera joven. Se utilizaba envolviendo el pene y contaba con una cinta para su sujeción. A este le siguieron muchos otros prototipos realizados con tripas de animales, linos impregnados con químicos, hasta los ejemplares de caucho vulcanizado que encontramos en el siglo XIX que preceden a los de látex. Además de esto, el empleo de brebajes y hierbas abortivas es ampliamente conocido en toda la antigüedad e incluso aparece mencionado en uno de los diálogos de Platón en el 369 a. C.

Las primeras evidencias de estas prácticas nos han llegado gracias a la escritura, pero las mujeres de la prehistoria también tendrían la necesidad de planificar su sexualidad y su maternidad. Aunque resulte difícil saber cuáles fueron sus soluciones, estamos seguras de que no fueron ajenas a ellas. Tenemos ejemplos etnográficos del uso del periodo de infertilidad asociado a una lactancia prolongada como regulación de la natalidad. ¿Podríamos imaginar algo similar para las poblaciones que ocuparon la sierra de Atapuerca en la prehistoria?