Saqueadores de cuevas


By Ruth Blasco (CENIEH) y Jordi Rosell (IPHES)

Si hay una característica común que ponga de acuerdo a todos los investigadores dedicados al estudio de los grupos de cazadores-recolectores actuales en todo el planeta es que, una vez abandonan los campamentos, los carnívoros de la zona se acercan atraídos por los olores de los fuegos apagados, la carne asada y la posibilidad de encontrar comida fácil entre los despojos acumulados. Durante la prehistoria, este fenómeno sería bastante frecuente, dada la alta movilidad de los grupos humanos de aquel periodo. Sin embargo, las perturbaciones que podrían haber generado estos animales tanto en la distribución espacial de los objetos como en la desaparición de otros siempre ha sido un tema poco tratado desde la arqueología.

Ahora, un estudio publicado en la revista Scientific Reports en el que han participado investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), como Ruth Blasco, y del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social – Universidad Rovira y Virgili (IPHES-URV), como Maite Arilla y Jordi Rosell, intenta arrojar luz a esta cuestión proporcionando datos para modelizar la actividad de carnívoros en campamentos humanos, tanto a nivel de modificación ósea y sesgo anatómico como de alteración a nivel espacial. Este trabajo se suma a los trabajos previos realizados por el mismo equipo de investigación, los cuales proponen que la realización de análisis actualistas basados en la observación y experimentación son una herramienta fundamental para caracterizar y modelizar las conductas de predación de los carnívoros salvajes.

Este estudio en concreto fue iniciado hace más de cinco años y consistió en la reproducción experimental de diferentes campamentos neandertales de corta duración y su posterior exposición a la acción de los carnívoros salvajes. La localización de los experimentos se realizó en zonas del pre-Pirineo y Pirineo de Lleida, en áreas de muy baja presión humana, y por tanto, bajo condiciones óptimas para la observación de pautas conductuales y sellos tafonómicos asociados.

El seguimiento en estos yacimientos simulados se efectuó utilizando cámaras de sensor de movimiento que permitió a los investigadores ver cuáles fueron los principales actores que intervinieron en cada uno de los escenarios. Las acciones de los carnívoros afectaron considerablemente a la supervivencia de los elementos esqueléticos y, en menor medida, a la distribución espacial de los restos. Aunque los hogares rara vez se alteraron, los carnívoros de pequeño tamaño (principalmente zorros) fueron capaces de modificar altamente los conjuntos por el transporte continuo de los restos (especialmente epífisis y esqueleto axial) fuera del campamento dejando a su vez escasas evidencias de su paso.

Este trabajo abre una nueva perspectiva para profundizar en algunos temas de debate en los yacimientos, como por ejemplo la ausencia de epífisis en muchos de los depósitos paleolíticos. Con este estudio como punto de partida, se proporcionan datos para entender este escenario de sesgo carnívoro y contraponerlo a unos posibles efectos causados por el consumo humano.

La investigación se ha realizado con el permiso, supervisión y colaboración de los equipos de seguimiento del Oso Pardo, el Parque Natural del Alto Pirineo y el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat de Cataluña. Del mismo modo, la línea experimental se enmarca dentro del proyecto científico "Neandertales y carnívoros: una historia compartida" (Ref. CLT009 / 18/00055), cofinanciado por la Generalitat de Cataluña.

Referencia:

Arilla, M., et al., 2020. A neo-taphonomic approach to human campsites modified by carnivores. Scientific Reports 10: 6659. DOI: http://doi.org/10.1038/s41598-020-63431-8