El origen del Homo en África está vinculado a cambios medioambientales. Los indicios de un yacimiento nuevo, Mille Logya (Afar, Etiopía) apuntan a que el comienzo del género Homo y la desaparición del Australopitecus se debieron a cambios climáticos.
El pasado mes de mayo, un equipo internacional liderado por Zeray Alemseged, de la Universidad de Chicago, publicó un estudio en Nature Communications sobre un periodo de tiempo crítico en la evolución humana (3-2,5 millones de años) que no se había documentado hasta ahora en la región de Afar debido a la falta de sedimentos expuestos de este rango de edad. Durante este intervalo se ven algunas de las primeras herramientas de piedra fabricadas, conocidas como Oldowan, de 2,6 millones de años, y la emergencia de los géneros Homo y Paranthropus, en África Oriental, de 2,8 y 2,7 millones de años, respectivamente.
Los nuevos indicios, recogidos en la excavación de un enclave nuevo, Mille Logya, arrojan luz sobre algunos de estos hitos evolutivos fundamentales. Mark J. Sier, geocronólogo del Programa de Geocronología y Geología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), forma parte de este equipo multidisciplinar y ha contribuido a la datación de este enclave por medio de la aplicación de técnicas paleomagnéticas.
El equipo ha recuperado algunos fósiles de homínidos, un fragmento parietal y varios dientes, datados en alrededor de 2,5 millones de años y que han sido asignados al género Homo. El trabajo geológico revela que la geotectónica y la migración al norte-este del lago asociada a aquella jugaron un papel fundamental en la configuración del paisaje ancestral y que la presencia de Homo se asocia a condiciones medioambientales más abiertas. También han documentado un cambio de fauna in situ dentro de las colecciones de Mille-Logya, en el cual las especies más antiguas estaban asociadas a condiciones más cerradas y los grupos más jóvenes, a entornos más abiertos. Los investigadores han concluido que, o bien Australopitecus afarensi evolucionó hacia Homo debido a modificaciones medioambientales, o bien Homo apareció en la región junto con otras especies que ocupaban hábitats abiertos, sustituyendo a Australopithecus en la región. Así pues, la desaparición de Australopithecus afarensis (la especie a la que pertenece Lucy) está relacionada con la emergencia del género Homo por la influencia de los cambios climáticos que tuvieron lugar en África en aquella época.