Los neandertales, una especie humana que habitó el continente europeo hasta hace apenas 30.000 años, son objeto de estudio y debate debido a las diferentes teorías sobre su “reciente” extinción. El clima, la competencia por los recursos con Homo sapiens o la baja diversidad genética son algunas de las teorías más debatidas. Centrándonos en la última, la escasez de diversidad genética en una población tiene consecuencias para su adaptación a posibles cambios del entorno y, por tanto, para su supervivencia.
El estudio de la diversidad genética de una especie extinta se puede llevar a cabo observando diferentes caracteres anatómicos que encontramos en los restos fósiles. Este es el caso de las variantes anatómicas de la primera vértebra cervical, conocida como “atlas”. Estas disparidades, además de presentar asociadas algunas manifestaciones clínicas como dolor de cabeza o migrañas, tienen una alta relación con la diversidad genética: cuanto mayor es la prevalencia de estas, menor es la diversidad genética poblacional.
En H. sapiens las variantes anatómicas del atlas han sido ampliamente estudiadas en los últimos años; sin embargo, las de los neandertales apenas se han observado bajo esta lupa. Recientemente, investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) determinaron la presencia de diferentes variantes anatómicas en los atlas del yacimiento neandertal de El Sidrón (Asturias). Tras este estudio y con el objetivo de confirmar la alta prevalencia de estas variantes anatómicas en esta especie, investigadores del Laboratorio de Morfología Virtual del MNCN, la Universidad de Valencia y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana analizaron exhaustivamente los del yacimiento neandertal de Krapina (Zagreb, Croacia). Krapina, de alrededor de 130.000 años de antigüedad, es el sitio del que se ha recuperado un mayor número de restos de esta especie, lo que le convierte en una muestra de especial interés en el análisis de la diversidad genética de este grupo, ya que potencialmente todos los individuos pertenecían a una misma población.
El estudio de los tres atlas recuperados en este yacimiento ha revelado la presencia de variantes anatómicas en dos de ellos (66%). Una de las observadas en Krapina, conocida como anterior arch cleft, tiene una prevalencia de tan solo un 0,1% en humanos modernos. Esta alta prevalencia de variantes anatómicas en este lugar sugiere que la cantidad de disparidades presentada por los neandertales es significativamente mayor que la de los humanos actuales, apoyando la teoría de que la diversidad genética de esta especie sería muy baja, pudiendo ser esta una de las causas de su desaparición.
Referencia:
Palancar, CA., et al. 2020. Krapina atlases suggest a high prevalence of anatomical variations in the first cervical vertebra of Neanderthals. Journal of Anatomy, 00: 1–8. https://doi.org/10.1111/joa.13215