Después de 34 años de excavaciones, el yacimiento de la Sima de los Huesos de la sierra de Atapuerca se ha convertido en el centro del debate sobre la evolución humana en Europa durante el último medio millón de años y en particular sobre el origen de los neandertales. Este sitio arqueológico se formó hace 430.000 años, de acuerdo con las últimas dataciones, y ha proporcionado las evidencias más antiguas de ADN mitocondrial y ADN nuclear. Durante la campaña de excavación de 2019 se alcanzó la impresionante cifra de 7.600 fósiles humanos, que forman una colección única en el mundo para el estudio de la variabilidad de una especie del pasado.
En 2003, cuando la cantidad de estas piezas ascendía a 4.000, se estimó que en esa recopilación estaban representados 28 individuos. Dieciséis años más tarde, el conjunto se había incrementado en 3.600 restos. Era obligado, por tanto, realizar un nuevo estudio demográfico en el que la hipótesis inicial asumía un aumento significativo en el número de individuos. De manera sorprendente no ha sido así. La nueva estimación es de 29. Solo uno más. Algunos de ellos siguen representados por los mismos dientes y trozos de mandíbula recuperados en las primeras campañas de excavación. Es evidente que el daño causado en el yacimiento durante décadas por las personas que se aventuraron a descender por la Sima de los Huesos buscando dientes de oso fue importante. A pesar de ello, las posibilidades de seguir aumentando de manera significativa la colección de fósiles humanos en la Sima de los Huesos permanece intacta.
Se ha realizado también una revisión de la estimación del sexo de los individuos identificados. Nueve podrían ser masculinos y 15 femeninos. Los análisis estadísticos concluyen que la proporción 8:15 podría proceder de una población en la que machos y hembras estaban representados de manera equilibrada. Por otro lado, en la colección existe un exceso de sujetos inmaduros y adultos muy jóvenes (82,8%). Solo se ha obtenido un canino de leche, que pudo pertenecer un individuo infantil, mientras que cuatro adultos habrían alcanzado una cierta edad, posiblemente no superior a 40-45 años. Con una mortalidad tan elevada a edades tempranas la viabilidad reproductora de un grupo de cazadores y recolectores del Pleistoceno no sería factible. Por ese motivo, pensamos que un evento singular, catastrófico y de naturaleza desconocida pudo acabar con la vida de un grupo de humanos de aquella época.
Referencia:
Bermúdez de Castro J.M., et al., 2020. The Sima de los Huesos Middle Pleistocene hominin site (Burgos, Spain). Estimation of the number of individuals. The Anatomical Record. DOI: https://doi.org/10.1002/ar.24551