La Fundación Atapuerca, la Fundación Aspanias Burgos y el IES Cardenal López de Mendoza de Burgos han organizado dos jornadas de integración para promover el cuidado y respeto del patrimonio y el medio ambiente y concienciar a los jóvenes sobre la problemática del cambio climático. Estas iniciativas se han enmarcado en el tradicional proyecto “Limpiemos la Sierra” que cada año realizaban estas entidades y que debido a la situación sanitaria no se han podido realizar presencialmente.
La primera jornada online se llevó a cabo el 6 de mayo y participaron 12 alumnos del Centro de Formación Especial de Aspanias Puentesaúco (Burgos) y 27 estudiantes del Instituto de Educación Secundaria Cardenal López de Mendoza (Burgos). Ambas clases se conectaron para escuchar a Eva Vallejo, monitora arqueológica de la Fundación Atapuerca, que les impartió una pequeña charla sobre la evolución del paisaje y el cambio climático, donde hizo hincapié en la importancia de respetar y cuidar nuestro planeta y en promover el desarrollo sostenible para la adopción de estilos de vida respetuosos con el medio ambiente. Seguidamente, hicieron una puesta en común entre ambas clases para compartir acciones que cada centro educativo realizará para fomentar la filosofía de dicha actividad.
El 13 de mayo se desarrolló la segunda jornada entre los centros ocupacionales de Aspanias (Puentesaúco, Quintanadueñas y Salas de los Infantes), con el mismo formato y contenido que la primera sesión, pero de la mano de David Canales, técnico superior en Arqueología Experimental de la Fundación Atapuerca. Además, en este caso los tres centros participantes realizarán un libro verde en el que plasmarán las conclusiones a las que han llegado y propondrán qué acciones poner en práctica dentro de cada centro para reducir así nuestra huella en el planeta. Y para concluir, al final de la conexión, se les propuso el reto “Haz la pelota al planeta” para llevarlo a cabo entre los participantes del centro. Este consiste en recoger todo el plástico y papel de aluminio que se genera en los almuerzos diarios y con ello hacer una pelota. Mediante un juego, los alumnos podrán ver la cantidad de plástico que consumen diariamente y así serán conscientes de las repercusiones que tiene su uso para el medio ambiente. Asimismo, la Fundación Atapuerca ha entregado a cada participante un portabocadillos hecho con material ecológico para promover la disminución de materiales contaminantes para el planeta.
El objetivo final de estas actividades de convivencia y educación es concienciar a todos los colectivos de la necesidad de evolucionar de manera responsable con nuestro entorno y entender que formamos parte de la naturaleza y en nuestra mano está transformarla para hacernos mejores personas. A su vez, estas entidades, que llevan colaborando juntas desde el año 2003, apuestan por construir una sociedad cada vez más inclusiva y solidaria.