Innovaciones culturales en China hace 40.000 años


By Andreu Ollé / IPHES-CERCA – URV y Daniela E. Rosso / Universidad de Valencia

Un yacimiento en la cuenca de Nihewan revela una innovadora combinación de rasgos culturales que aporta nuevos datos sobre la dispersión de los humanos modernos.

¿Cuándo llegó Homo sapiens a China? y ¿qué ocurrió cuando se encontró con los denisovanos o los neandertales que vivían en esa zona? La revista Nature acaba de publicar el descubrimiento de un yacimiento de 40.000 años de antigüedad en el norte de ese país que muestra una curiosa combinación de rasgos tecnológicos, que no se corresponden con los descritos en yacimientos arqueológicos habitados por poblaciones arcaicas de la región, ni tampoco con los tradicionalmente asociados a la expansión de poblaciones modernas.

Los restos humanos y análisis de ADN indican que las poblaciones modernas ya estaban en China hace 40.000 años. Sin embargo, hasta unos 10.000 años más tarde no se habían detectado cambios culturales atribuibles a esa presencia. Los restos arqueológicos hallados en el yacimiento de Xiamabei, en la cuenca de Nihewan, llenan este vacío y arrojan nueva luz sobre este momento clave en la historia del poblamiento de Asia.

Este estudio, liderado por F-G. Wang (Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Hebei), S. Yang (Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de China), F. d’Errico (Universidad de Burdeos, Francia) y M. Petraglia (Instituto Max Plank, Jena, Alemania), ofrece la prueba más antigua del uso de colorantes en el este de Asia. Concretamente, se recuperaron dos fragmentos de colorantes y un bloque de caliza con residuos de su procesado. Desde la Universidad de Valencia, hemos participado en su caracterización elemental y mineralógica y en el análisis tecnológico. Los resultados demuestran que se seleccionaron colorantes de diferente composición mineralógica, se rasparon y molieron para producir polvo de colores y texturas variables, el cual quedó impregnado en el suelo.

Por otra parte, los grupos que ocuparon el lugar utilizaban herramientas de sílex y cuarzo, de tamaño muy reducido, obtenidas mayoritariamente por talla bipolar sobre yunque. El estudio funcional de estos instrumentos fue realizado en el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y en la Universidad Rovira i Virgili (URV). Gracias a la combinación de microscopía óptica, digital 3D y electrónica, se pudo averiguar que varias de las piezas fueron fijadas con la ayuda de fibras vegetales a mangos, en algunos casos de hueso, y utilizadas en tareas variadas, como el procesado de plantas y madera, el raspado de piel o en acciones de perforación. Las huellas encontradas en el resto de elementos completan la lista de actividades con acciones de carnicería y con el uso como cuñas sobre materiales duros. El análisis de residuos, además, ha permitido relacionar el uso del ocre tanto con el enmangue de los instrumentos como con el procesado de la piel.

En definitiva, Xiamabei refleja la aparición, hace 40.000 años, de nuevas expresiones culturales desconocidas o extremadamente raras en Asia oriental. Tecnológicamente, se da una inusual combinación de talla bipolar, que da como resultado elementos equiparables a las laminitas (pero sin sus característicos sistemas de producción), una escasísima modificación por retoque, y la presencia sistemática de enmangues. La colección cuenta también con un instrumento no formal de hueso. Y a todo esto se une el procesado sistemático del colorante, aunque, en este caso, no está asociado a elementos de ornamentación personal como las cuentas de cáscara de avestruz, conchas o dientes perforados, tal y como suele ocurrir en los conjuntos posteriores, que presentan además una clara tecnología microlaminar.

Esta combinación de rasgos culturales podría reflejar una colonización temprana por parte de poblaciones modernas, que quizás habrían tenido intercambios culturales y genéticos con los denisovanos locales. O también podrían ser el resultado de una evolución cultural local de estos últimos, posiblemente tras un contacto con poblaciones modernas. En cualquier caso, el descubrimiento de esta peculiar tecnología contradice la idea de una sustitución rápida de las poblaciones arcaicas por los humanos anatómicamente modernos, y sugiere procesos de innovación y diversificación cultural a partir de sucesivos episodios con intercambio genético y cultural sobre grandes áreas geográficas.

Referencia:

Wang, F.-G., et al., 2022. Innovative ochre processing and tool use in China 40,000 years ago, Nature 603, 284–289. https://www.nature.com/articles/s41586-022-04445-2