Amèlia Bargalló Ferrerons, beneficiaria de una beca del programa Marie-Curie, ha llevado a cabo un experimento para analizar las competencias que necesitaban nuestros ancestros para fabricar herramientas y sobre cómo se transmitían estos conocimientos entre esas sociedades de homínidos. Para ello, ha realizado varios experimentos de talla con humanos modernos, ha analizado exhaustivamente el material experimental y arqueológico y ha creado una base de datos para extraer patrones de las herramientas producidas asignando niveles de competencia a sus fabricantes. Entre los materiales arqueológicos que ha estudiado, hay restos líticos de yacimientos tan dispares como el Abric Romaní (Capellades, Barcelona) o la Gran Dolina (sierra de Atapuerca, Burgos), que han servido para obtener información diacrónica sobre el aprendizaje.
Hasta el momento se contaba con pocos estudios sobre cómo nuestros ancestros aprendieron a tallar y a transmitir sus conocimientos. Los resultados de este proyecto, llamado PREKARN, ayudarán a analizar mejor las herramientas de piedra y a obtener más información sobre las sociedades que las fabricaban. También ayudarán a etiquetar mejor los instrumentos de este material que se exponen en los museos.
Este estudio, de tres años de duración, se ha llevado a cabo en el Institute of Archaeology de la University College London (UCL) y ha sido financiado por fondos europeos.
Más información: https://cordis.europa.eu/project/rcn/204913/brief/en