Los numerosos trabajos que se están llevando a cabo en los últimos años en los yacimientos de todo el mundo, entre los que destacan los de la sierra de Atapuerca, están sirviendo para comprender un poco mejor la historia de la evolución humana. La sierra de Atapuerca se confirma como una fuente inagotable de datos al respecto, y buena prueba de ello son las cinco tesis doctorales publicadas en los últimos meses por miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), a las que se suma un trabajo de fin de máster sobre Atapuerca de una estudiante de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). A continuación os resumimos estos seis trabajos:
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El pasado 15 de junio presentaba su tesis doctoral María Soto Quesada, bajo la dirección de Josep Vallverdú. El trabajo, titulado “Áreas y estrategias de aprovisionamiento lítico de los últimos cazadores recolectores en las montañas de Prades (Tarragona)”, ha tenido por objeto definir las estrategias de gestión del sílex durante la transición Pleistoceno-Holoceno en el área definida entre la sierra del Montsant y las montañas de Prades (NE de la península ibérica). Para este trabajo la autora ha estudiado el registro arqueológico de los yacimientos de Sant Gregori (Falset), Cova de Les Borres (La Febró), Molí del Salt (Vimbodí i Poblet), Balma de la Vall (Montblanc) y Picamoixons (Picamoixons), y lo ha comparado con un catálogo de las silicificaciones disponibles en el territorio del estudio. La aplicación de exhaustivos análisis ha permitido establecer la procedencia potencial de las materias primas, las rutas de movilidad y los factores influyentes en la captación de recursos líticos. Los resultados plantean un escenario con alta disponibilidad de materia prima, en el que los grupos prehistóricos realizaban desplazamientos de corta distancia para la captación del sílex.
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Ya en septiembre, el día 25, Juan Ignacio Morales presentaba su tesis doctoral “La reducción de la industria lítica: aproximación a los patrones de asentamiento y movilidad de los grupos paleolíticos. Desarrollo metodológico y aplicación práctica”, dirigida por José María Vergès. Este trabajo explora el potencial que ofrecen las herramientas líticas de los grupos prehistóricos para inferir las características de las ocupaciones prehistóricas que dan lugar a los yacimientos arqueológicos, permitiendo profundizar en las dinámicas de movilidad de los cazadores paleolíticos. A partir de una nueva metodología, que utiliza modelos 3D de las herramientas, se ha conseguido estimar el volumen de material que cada herramienta individual ha perdido como consecuencia del uso. Dependiendo de la intensidad del uso que cada herramienta muestra en el momento de su abandono, se puede establecer su historia de vida útil, es decir, si ha sido reavivada y transportada de ocupación en ocupación, o si se ha fabricado, utilizado y abandonado en el mismo lugar. En este sentido el trabajo propone una línea de investigación novedosa en el estudio de las herramientas líticas, mostrando el potencial que estas ofrecen para obtener diferentes tipos de información sobre el funcionamiento y la organización económica de los grupos prehistóricos. Los artículos que componen este trabajo se han publicado en el Journal of Archaeological Method y en el Journal of Archaeological Science.
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El día 28 del mismo mes de septiembre, Eva María Poza Rey presentaba su tesis doctoral en la Universidad Complutense de Madrid. El trabajo “Estudio del encéfalo de los homínidos del yacimiento de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), a partir del análisis de sus moldes endocraneales”, ha sido dirigido por Juan Luis Arsuaga. El estudio se ha realizado mediante la reconstrucción tridimensional virtual a partir de tomografía axial computarizada. Estos endocráneos representan una de las mayores colecciones conservadas de una especie fósil que habitó Europa en el Pleistoceno medio. En su tesis Eva Poza ha realizado numerosos estudios comparativos entre los fósiles humanos de la Sima de los Huesos y otros restos y grupos humanos contemporáneos. Tras este laborioso análisis la autora llega a algunas conclusiones como que los endocráneos de los homínidos de la Sima de los Huesos siguen algunos patrones primitivos, encajando en la variabilidad de Homo erectus, pero también otros más evolucionados próximos a los neandertales. O que el desarrollo cerebral que se da en la etapa de la pubertad en nuestra especie no se da de la misma forma en los individuos de la Sima de los Huesos. Asimismo, permite considerar nuevas hipótesis como el cuidado a individuos discapacitados dentro del grupo, el aprendizaje por imitación, o diversas formas de enseñanza y/o separación de tareas, reflejando complejidad en la organización social del grupo.
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Por su parte, Antonio Rodríguez leía su tesis doctoral el pasado 21 de octubre en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Su trabajo lleva por título “Dinámicas subsistenciales durante el Pleistoceno medio en la sierra de Atapuerca: los conjuntos arqueológicos de TD10.1 y TD10.2”, y ha sido dirigido por Palmira Saladié y Eudald Carbonell. El objeto de este estudio han sido los subniveles arqueológicos TD10.1 y TD10.2 del yacimiento de la Gran Dolina (sierra de Atapuerca, Burgos), y en concreto la fauna. Los métodos que ha utilizado son los propios de la tafonomía arqueológica y la zooarqueología, con el objetivo principal de caracterizar estos dos conjuntos, saber cómo se formaron y cuál fue el papel de los homininos en ellos. Tras analizar más de 150.000 restos faunísticos, entre las conclusiones a las que ha llegado en su tesis es que ambas acumulaciones de TD10 son antrópicas, siendo los homininos los principales modificadores y prácticamente los únicos acumuladores de restos. La subsistencia en ambos conjuntos se basó en la caza sistemática de grandes ungulados, principalmente ciervos y gamos en TD10.1, y bisontes en TD10.2. La Gran Dolina funcionó como campamento residencial durante la formación del lecho de huesos de TD10.1, y como cazadero/matadero durante la formación del lecho de huesos de TD10.2. La tesis demuestra que los homininos del Paleolítico inferior europeo no sólo eran eficaces cazadores de grandes ungulados sino que los cazaban mediante una gran variedad de estrategias y técnicas, lo que sugiere que eran depredadores especializados en la cúspide de la cadena trófica de los ecosistemas en los que se insertaron.
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Por último, hace solo unas semanas, el 20 de noviembre, Guillermo Rodríguez Gómez, doctorando de la sección del Proyecto Atapuerca que lidera José María Bermúdez de Castro, presentaba su tesis doctoral con el título “Modelización de la disponibilidad de recursos tróficos para las poblaciones paleolíticas de cazadores-recolectores”, bajo la dirección de Jesús Rodríguez y Ana Mateos. En este trabajo el autor ha aplicado un modelo matemático basado en la matriz de Leslie, que proporciona estimaciones de los recursos cárnicos disponibles para los consumidores secundarios en una paleocomunidad en la que habían homininos; conociendo los recursos disponibles se estiman las poblaciones sostenibles de consumidores secundarios que había en el paleoecosistema, y se reconstruye la comunidad de macromamíferos. El modelo se ha aplicado a yacimientos del Pleistoceno inferior tardío y del Pleistoceno medio, tanto en la sierra de Atapuerca como en otros yacimientos europeos. Los resultados llevan a la conclusión de que los humanos de estos períodos dependían de la composición y estructura de la paleocomunidad para formar parte de ella.
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Por otra parte, María Victoria Calandra presentaba en julio pasado su trabajo de fin de máster titulado “Atapuerca: un ejemplo único de difusión del Patrimonio Arqueológico”, dirigido por el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED Jesús F. Jordá Pardo, dentro del Máster Universitario en Métodos y Técnicas de Investigación Histórica, Artística y Geográfica de la UNED. El objetivo de este estudio era conocer la evolución del significado de Atapuerca desde las primeras excavaciones hasta la actualidad, mediante un análisis documental completo y actualizado que abarca múltiples aspectos de la gestión, conservación, musealización y difusión de los yacimientos de Atapuerca. Es de destacar la entrevista que realiza a Marcos Terradillos Bernal, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca y de la Fundación Atapuerca, sobre la gestión del yacimiento. La autora, que obtuvo por su trabajo matrícula de honor, resume sus conclusiones con esta afirmación: “los yacimientos de la sierra de Atapuerca son un ejemplo único de difusión del patrimonio arqueológico”.