Comprobando modelos embriológicos del desarrollo de los molares


Por José María Bermúdez de Castro / CENIEH

El tamaño de cada uno de los tres molares de los mamíferos tiene un patrón peculiar. Por ejemplo, en los homininos más arcaicos, como los miembros de los géneros Australopithecus y Paranthropus, el primer molar (M1) es más pequeño que el segundo (M2) y éste más pequeño que el tercero (M3). La relación es, por tanto, M1M2>M3.

Hace algo más de una década, un equipo de investigadores de la universidad de Helsinki (Finlandia) publicaron en la revista Nature una propuesta hipotética para explicar el tamaño relativo de los molares. Sus experimentos con ratones mostraron la existencia de moléculas activadoras e inhibidoras, que podían modular el tamaño de los molares a medida que se iban formando. Este modelo teórico (Modelo de Cascada Inhibitoria) fue aplicado a los homininos y a otros mamíferos y los resultados parecían ajustarse a los resultados obtenidos en ratones. Esos resultados también se publicaron en la revista Nature y dieron lugar a un acalorado debate entre los especialistas.

Nosotros hemos contrastado el modelo en la muestra de 116 hombres y mujeres de una población reciente. En lugar de emplear los valores promedio del tamaño de los molares (como hicieron los investigadores fineses) hemos utilizado valores individuales del área de la corona. Nuestros resultados no se ajustan al Modelo de Cascada Inhibitoria obtenido en los ratones y se alinean con los obtenidos por otros investigadores, que también han examinado la hipótesis en diferentes especies de primates.

Aunque el Modelo de Cascada Inhibitoria en ratones funcione bien de manera experimental en estos animales, no debemos olvidar que la divergencia genética entre los roedores y los primates sucedió hace 70 millones de años. Es por ello que los procesos moleculares que operan durante el desarrollo de los dientes de unos y otros pueden haber cambiado de manera sustancial. Las investigaciones deben proseguir para explicar de manera satisfactoria la considerable variabilidad que observamos tanto en la relación del tamaño de los molares de las poblaciones recientes, como en la de todos los ejemplares del género Homo.

Referencia:

Bermúdez de Castro J.M., et al., 2021. Testing the inhibitory cascade model in a recent human sample. Journal of Anatomy. DOI: https://doi.org/10.1111/joa.13500