Bacterias, guano y hollín prehistóricos en las estalagmitas de Cueva Mayor


Por Virginia Martínez-Pillado / Universidad Complutense de Madrid – UCM-ISCIII

Un estudio recientemente publicado en la revista International Journal of Speleology ha determinado la composición de las láminas negras que aparecen en el interior de las estalagmitas de la Galería de las Estatuas y la Galería del Silo (sierra de Atapuerca, Burgos).

La Galería de las Estatuas recibe precisamente su nombre de las grandes estalagmitas formadas en el sector central de la misma, que llegan a alcanzar los 5 metros de altura y que antaño se les atribuía la capacidad de hablar y hacer profecías. También cuenta con un gran número de espeleotemas holocenos, de tamaño más modesto, que cubren todo el sector final de la cavidad sellando el yacimiento neandertal que contiene, del que recientemente se ha recuperado ADN. La Galería del Silo, que une el Salón del Coro con la Sala de los Cíclopes, no cuenta con formaciones calcáreas tan monumentales pero sí contiene un gran número de estalagmitas que tapizan la secuencia sedimentaria y que coinciden en cronología con las de la Galería de las Estatuas.

En este trabajo liderado por Joeri Kaal, de la empresa Pyrolyscience, y Virginia Martínez-Pillado, investigadora del Proyecto Atapuerca, se han utilizado técnicas de caracterización molecular de compuestos orgánicos para conocer el origen de estas láminas negras tan características en los espeleotemas del karst de Cueva Mayor de la sierra de Atapuerca.

Algunas de estas láminas han resultado contener lípidos que se encuentran en las membranas de las bacterias, indicando la presencia de microorganismos cavernícolas en las superficies de las estalagmitas mientras estas se estaban formando.

Otros niveles más gruesos presentan compuestos derivados del guano (excrementos) de murciélagos. Estos niveles, tanto en la Galería de las Estatuas como en la Galería del Silo, datan de hace entre 10.000 y 8.000 años y se correlacionan también con un nivel de murcielaguina que marca la transición Pleistoceno-Holoceno en el yacimiento de El Portalón de Cueva Mayor. La presencia de estos niveles en puntos tan alejados del karst sugiere la colonización del mismo por parte de grandes comunidades de murciélagos durante etapas prolongadas cuando las cavidades no estaban ocupadas por poblaciones humanas.

Por último, las láminas negras que aparecen en la parte más superior de las estalagmitas están formadas por restos de hollín y carbones vegetales, producidos por fuegos antrópicos en el interior de las galerías. Las edades de estas láminas pueden correlacionarse con los niveles de ocupación humana del yacimiento de El Portalón, abarcando un lapso temporal que comienza en el Neolítico, hace unos 7.700 años, y que tiene la máxima actividad durante el Calcolítico y la Edad del Bronce, entre hace 5.000 y 3.000 años.

Los estudios sobre estas estalagmitas siguen ahora mismo en desarrollo, y en breve se publicarán nuevos trabajos relacionando tanto su formación, como la aparición de estas láminas negras, con cambios climáticos ocurridos en el entorno de Atapuerca en los últimos 20.000 años.