La revista Scientific Reports ha publicado un método innovador para el estudio de residuos microbotánicos adheridos a las superficies de los instrumentos de piedra de los primeros homininos. La investigación, experimental e interdisciplinar, se ha llevado a cabo por un equipo internacional liderado por Julio Mercader (Universidad de Calgary, Canadá). Con la Garganta de Olduvai (Tanzania) como marco de estudio, se proponen unas bases metodológicas para avanzar en el conocimiento de las actividades de percusión y machacado, características de los conjuntos arcaicos.
Se han estudiado los restos microbotánicos en fragmentos de cuarcita extraídos del principal afloramiento de esta materia prima en la Garganta. En esos soportes, se mapearon los residuos naturales con técnicas SIG (Sistemas de Información Geográfica) para cuantificar su distribución. A continuación, se aplicaron distintos protocolos de extracción de microresiduos (como fitólitos, almidones, pólenes o diatomeas) y se compararon los resultados con los obtenidos en muestras de control. Parte de los fragmentos de cuarcita estudiados fueron tallados para producir instrumentos líticos, con los que se replicaron actividades de machacado de diferentes materiales.
Los resultados obtenidos demuestran que, efectivamente, los soportes líticos son potentes reservorios ambientales, en los que los restos de plantas quedan atrapados en litobiontes, esto es, microhábitats asociados a superficies rocosas. El uso de instrumentos, por su parte, crea claras acumulaciones de residuos, cuya distribución puede diferenciarse de la de los residuos naturales, gracias a su georreferenciación y al análisis estadístico de los patrones resultantes.
El trabajo, desarrollado en el marco del “Stone Tools, Diet and Sociality Project” y con la participación de varias personas del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), concluye con la propuesta de un protocolo y un flujo de trabajo para superar el ruido ambiental, reducir el riesgo de falsos positivos, mejorar la caracterización de residuos como mezclas poligénicas, y, lo que es más importante, establecer vínculos más seguros entre los restos microbotánicos y el uso de las herramientas de piedra.
Dicho protocolo está listo para ser aplicado al estudio de conjuntos arqueológicos, tanto de Olduvai como de la sierra de Atapuerca.
Referencia:
Mercader, J., et al., 2022. Microbotanical residues for the study of early hominin tools. Scientific Reports 2022 12:1. 12:2951. Acceso abierto: https://www.nature.com/articles/s41598-022-06959-1