Estimación del dimorfismo sexual de los caninos de “Ardipithecus ramidus”


Por Sileshi Semaw y Tim White / CENIEH – Gen Suwa / Universidad de Tokyo

Recientemente, la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Science) publicaba dos nuevos artículos, el primero describe un nuevo método para estimar la existencia de dimorfismo sexual en las primeras especies fósiles de la evolución humana, mientras que el segundo, aplica este nuevo método a restos fósiles de diferentes cronologías, centrándose en los famosos fósiles de Ardipithecus ramidus. Estos trabajos se han llevado a cabo gracias al esfuerzo conjunto de los grupos de investigación del yacimiento de Gona, liderado por Sileshi Semaw, arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y Mike Rogers, investigador en la Universidad Estatal del sur de Connecticut (Estados Unidos), así como del yacimiento de Awash medio, liderado por Berhane Asfaw (Servicio de Investigación del Valle del Rift), Giday WoldeGabriel (Laboratorio Nacional de Los Álamos), Yonas Beyene (El Centro Francés de Estudios Etíopes) y Tim White (investigador afiliado al CENIEH).

Los humanos tienen, proporcionalmente, los caninos (colmillos) masculinos más pequeños de todos los antropoides, además existe poco dimorfismo sexual en dichos dientes. Desde que Darwin centrara su estudio en esta particularidad de nuestra especie, los investigadores han estado preguntándose el cómo y el porqué de esta evolución. Hasta ahora, la aparición evolutiva de esta característica ha quedado sin aclarar debido a la ausencia de un método fiable para determinar el dimorfismo en especies fósiles escasamente dimórficas.

A lo largo de varios años, los investigadores de la Universidad de Tokyo, Tomohiko Sasaki y Gen Suwa han desarrollado el nuevo método que tiene en cuenta la distribución oculta de ambos sexos dentro de un conjunto fósil a la hora de valorar la existencia de dimorfismo. Usaron muestras de primates modernos de sexo conocido para verificar que funcionaba. Este nuevo método permite estimar mejor bajos niveles de dimorfismo similar al de los humanos y calcular probabilidades estadísticas.

Por tanto, las pruebas fósiles disponibles indican una drástica reducción del tamaño de los caninos masculinos antes de que aparecieran los primeros miembros conocidos del clado humano, con pocos cambios en los niveles de dimorfismo canino desde entonces. Esto sugiere que, en los inicios de la evolución humana, se produjo un profundo cambio conductual asociado a los niveles comparativamente más bajos de agresión masculina, probablemente coincidente con la adopción de la bipedalidad.

Entre los primates antropoides existentes, se observan caninos masculinos relativamente más pequeños en especies que se caracterizan socialmente por tener relaciones más tolerantes entre machos y por la codominancia macho-hembra, como es el caso del bonobo o el mono araña lanudo. Nuestros análisis de las pruebas fósiles sugieren que esto podría haberse producido cerca de la aparición de nuestros primeros ancestros bípedos.

Referencias:

Sasaki, T., et al., 2021. Estimating sexual size dimorphism in fossil species from posterior probability densities. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), 118 (44). https://doi.org/10.1073/pnas.2113943118

Suwa, G., et al., 2021. Canine sexual dimorphism in Ardipithecus ramidus was nearly human-like. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), 118 (49). https://doi.org/10.1073/pnas.2116630118