Un cuarto de siglo apoyando las excavaciones de Atapuerca
Las numerosas personas que visitan cada año los yacimientos de la sierra de Atapuerca durante la campaña de excavación quedan impresionadas por la importancia científica de los mismos, por la belleza del paisaje y, también, por la extraordinaria organización que se transluce en el trabajo de casi 300 investigadores en los once yacimientos desperdigados por las laderas de la Sierra. Todas las tareas se realizan de una manera tan bien coordinada que parece que siempre ha sido así. Sin embargo, nada tienen que ver las excavaciones actuales con aquellas primeras de comienzos de los años ochenta. Entonces, el equipo de excavación apenas sobrepasaba la veintena de investigadores y solo se trabajaba en tres yacimientos: los niveles superiores de Gran Dolina, la Galería y la Sima de los Huesos. En más de cuatro décadas de excavaciones el equipo ha aumentado enormemente, el número de yacimientos se ha multiplicado y, en consecuencia, la organización de las campañas se ha ido haciendo cada vez más compleja.
Aunque los visitantes no lo perciban, detrás de los trabajos de excavación existe una compleja organización que se ocupa de la logística, de la seguridad de todos los participantes, de la organización administrativa y documental, de las tareas de comunicación y difusión, y de las relaciones institucionales. Toda esa ingente tarea corre a cargo de las personas de la Fundación Atapuerca, que fue fundada hace casi un cuarto de siglo. Se trataba de una idea que se forjó en los años previos, al calor de la colaboración existente entre los tres codirectores del Equipo de Investigación y del Diario de Burgos capitaneada por su editor, Antonio M. Méndez Pozo. A este sueño se unió Francisco Javier Isasi Martínez, por la Caja de Burgos y, así, el 26 de julio de 1999, nació la Fundación Atapuerca en un acto celebrado en la Trinchera del Ferrocarril. A lo largo de este tiempo han sido muchas las entidades que han apostado por la labor de la Fundación. Sin desmerecer ninguna colaboración queremos destacar el apoyo de sus mecenas: Diario de Burgos, Fundación Caja de Burgos, Fundación Círculo Burgos, Fundación Iberdrola España, Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Burgos, Fundación Repsol, Fundación Palarq, Asisa, Carbonell Figueras, Ayuntamiento de Burgos, Diputación Provincial de Burgos y la Junta de Castilla y León.
Una gran parte de su financiación procede de entidades privadas, aunque también cuenta con el apoyo de las principales instituciones públicas burgalesas y de Castilla y León. Con sus fondos, la Fundación Atapuerca complementa la financiación de las campañas de excavación, que corren a cargo, principalmente, de la Junta de Castilla y León. Además, la Fundación Atapuerca viene dedicando una parte muy importante de sus fondos a apoyar de manera decisiva la formación de varias generaciones de brillantes investigadores, a través de las casi noventa becas predoctorales y posdoctorales concedidas a lo largo de los últimos 24 años. Otro aspecto muy importante en la actividad de la Fundación Atapuerca está en su papel de facilitadora de las relaciones científicas entre el Equipo de Investigación de Atapuerca con instituciones científicas de gran prestigio internacional, lo que permite el intercambio de investigadores. En esta línea, la Fundación Atapuerca tiene firmados convenios de colaboración con la Universidad de Buenos Aires, el Museo Nacional de Georgia y el University College London.
Con ser todo ello muy relevante, quizá el principal mérito de la Fundación Atapuerca sea el de constituir un ejemplo singular de colaboración entre la sociedad civil y un equipo de investigación. Gracias a la Fundación Atapuerca, la sociedad burgalesa participa como protagonista en el descubrimiento e investigación de su pasado, algo de lo que puede sentirse muy orgullosa. Y para los integrantes del Equipo de Investigación, la Fundación Atapuerca también representa algo muy importante: el apoyo social y el cariño de una sociedad comprometida con la puesta en valor de su patrimonio.