El hueso parietal y la orientación de las órbitas en los humanos modernos


Por Ana Sofia Pereira Pedro y Emiliano Bruner / CENIEH

La forma del cráneo depende de las relaciones estructurales y funcionales entre los diferentes componentes craneales. Comprender estas relaciones es fundamental para entender la evolución y variabilidad del cráneo humano.

Estudios anteriores sobre la integración craneal han demostrado que la variación de la longitud del hueso parietal influye en la orientación de la base del cráneo, y que la orientación de las órbitas con respecto al perfil del hueso frontal es un factor clave de la variabilidad craneal humana. Un nuevo estudio combina los dos anteriores, para investigar la asociación entre el tamaño del hueso parietal y la orientación de las órbitas en humanos modernos adultos. El análisis utiliza técnicas de morfometría geométrica, considerando la variación de la forma de las diferentes regiones anatómicas, así como las relaciones espaciales entre ellas.

Según los resultados, el principal patrón asociado a la variación morfológica tiene que ver con el tamaño del hueso parietal, la extensión vertical de la base craneal y la rotación de las órbitas. Asimismo, en individuos con huesos parietales más largos, la base del cráneo es más corta y la base y las órbitas tienen una orientación más inclinada. Al revés, individuos con huesos parietales más cortos tienen la base del cráneo relativamente más extendida verticalmente, y las órbitas más orientadas hacia arriba. Esto confirma que, en los humanos modernos adultos, la orientación de la cara y el eje funcional del cráneo, asociado a visión y postura, varía en asociación con la extensión del hueso parietal.

Estas influencias morfológicas dependen de la posición relativa entre hueso parietal, base del cráneo y órbitas dentro del cráneo, y no tanto de la forma específica de cada región. La morfología de cada una de estas regiones está más integrada con los tejidos adyacentes; las órbitas con la base anterior del cráneo, el hueso parietal con el cerebro. Lo que se integra a nivel de arquitectura craneal es, entonces, su orientación, más que su geometría.

La orientación de las órbitas, relacionada con la dirección de la mirada, es un factor crítico en la arquitectura craneofacial. Las regiones parietales han aumentado considerablemente de tamaño en Homo sapiens, y tenemos que considerar que estos cambios pueden haber tenido un efecto secundario en la orientación del eje craneal, de la postura, y del equilibrio de la cabeza.

Referencia:

Pereira-Pedro, A.S, et al., 2021. Craniofacial orientation and parietal bone morphology in adult modern humans. Journal of Anatomy (0). DOI: https://doi.org/10.1111/joa.13543