La forma de las herramientas no influye en su percepción táctil


Por María Silva-Gago / CENIEH

Entre las características que se han utilizado para definir al ser humano encontramos la capacidad de realizar y utilizar herramientas. Estas constituyen una faceta esencial para interactuar con el medioambiente y están profundamente arraigadas en nuestro escenario evolutivo. La interacción con herramientas se ha desarrollado durante más de dos millones de años, lo que sugiere que la tecnología ha influido en las adaptaciones anatómicas, perceptivas y cognitivas.

En arqueología cognitiva utilizamos métodos procedentes de la psicología para aplicarlos al registro arqueológico. De esta forma, a través de la arqueología experimental diseñamos diferentes tareas o pruebas para investigar una de nuestras actividades cognitivas: la percepción. El tacto es una de las principales fuentes de información de nuestro cuerpo e implica la percepción somatosensorial a través de la superficie de la piel. Uno de los medios para explorar este tipo de percepción es la electrodermografía, que consiste en el estudio de las variaciones de la conductividad eléctrica de la piel, la cual está a su vez asociada a oscilaciones de la emoción y de la atención. Esta metodología se aplica en los detectores de mentiras o en neuromarketing, para conocer las respuestas de diferentes individuos o grupos a estímulos comerciales. En nuestro último artículo, concretamente, estudiamos cómo la forma de las herramientas influye en su percepción háptica.

El estudio cuantificó la variabilidad morfológica de un conjunto de herramientas formado por cantos tallados y bifaces a través del análisis geométrico de la forma. Este método permite cuantificar la forma de una estructura a partir de puntos de referencia denominados landmarks, estudiando de manera independiente la forma y el tamaño de un objeto. A continuación, se realizó el análisis electrodérmico en una muestra de 46 personas, sin conocimientos previos en arqueología, para analizar sus respuestas emocionales y atencionales durante la exploración táctil de estas herramientas. Los resultados mostraron que el principal factor involucrado en la variación de la forma es el alargamiento, seguido de la posición del espesor máximo. Sin embargo, la actividad electrodérmica no está aparentemente influenciada por la forma general de la herramienta. Son, por el contrario, el tamaño, el peso y la morfología de la base las principales características que desencadenaron las reacciones electrodérmicas. Por lo tanto, la reacción electrofisiológica es más sensible a características específicas de la herramienta que a la forma general de su contorno. El estudio de las respuestas emocionales en la interacción mano-herramienta nos puede indicar variaciones en la percepción asociadas a cambios en la influencia de la tecnología sobre nuestra organización cognitiva.

Referencia:

Silva?Gago, M., et al., 2021. Not a matter of shape: The influence of tool characteristics on electrodermal activity in response to haptic exploration of Lower Palaeolithic tools. American Journal of Human Biology. DOI: https://doi.org/10.1002/ajhb.23612