Aficionados y científicos


Por Davinia Moreno, Carmelo Moreno, Joaquín Guerrero, Javier Castellano e Imanol Arteaga

A finales de los 80, tres amigos de Ricla (Zaragoza, España) “locos por las piedras” crearon la Asociación Cultural Bajo Jalón (ACBJ) con el objetivo de poner en valor el rico patrimonio geológico y paleontológico de su pueblo. Con muchas ganas, pero pocos medios, se embarcaron en la organización de las I Jornadas de Paleontología Aragonesa, sin duda un evento sin precedentes en un pueblo tan pequeño. Los comienzos de estas Jornadas fueron difíciles, pero, por fortuna, Ricla y los miembros de la ACBJ contaron siempre con un fuerte bastón sobre el que apoyarse para dar los primeros pasos. Ese bastón tiene nombre y apellidos y se llama Emiliano Aguirre.

Su tesón, su energía, sus ganas de trabajar y de colaborar con los aficionados a la paleontología, sus contactos y consejos, pero, ante todo, su apoyo incondicional permitió que estas Jornadas creciesen y se convirtieran en un referente científico a nivel autonómico, nacional e internacional. Por mediación de Emiliano, Ricla ha tenido el honor y la suerte de contar siempre, hasta su fallecimiento, con el querido y respetado Bermudo Meléndez, otro gran paleontólogo y científico. Y no solo él, muchos son los científicos del mundo entero que se han dado cita en Ricla durante las 13 ediciones de estas Jornadas. ¿Qué pueblo de menos de 3.000 habitantes puede contar que ha tenido en un mismo fin de semana conferencias impartidas por tres premios Príncipe de Asturias a la Investigación Científica y Técnica? Y todo, se lo debemos a Emiliano, a su afán de comunicar y compartir.

Muchas son las anécdotas que podríamos contar del paso de Emiliano por este pequeño pueblo de la vega del río Jalón pero, sin duda, nos quedamos con esta. En el año 1989, durante las I Jornadas de Paleontología Aragonesa, alguien dijo que “había llegado a Ricla, para dar una conferencia, el profesor Emiliano Aguirre, el mayor antropófago de España” y la prensa así lo publicó. Si a esto le unimos que también se dijo que durante la comida celebrada el sábado “se había comido carne de mamut”, podemos hacernos una idea de la revolución que Emiliano Aguirre provocó en aquellos años con su visita a Ricla.